ALCOHOLISMO
La última copa
En la mayoría de las personas el licor produce efectos desastrosos y, por más de que se les insiste, nunca abandonan la adiccjón. Si padece la esclavitud del alcoholismo, coloque tres cogollos de tomate al sol, junto con un puñado de ajenjo y déjelos asi todo el día; luego muela hasta convertir en harina, cuele y vierta el producto final en el trago que va a consumir. Muy probablemente esa será su última copa.
¿Ni una más!
Si su objetivo es lograr que la bebida deje de ser el problema que arruina su vida, entonces es hora de que triture muy bien una semilla de palta, que previamente dejó secar al sol durante tres dias. Cuando obtenga una harina suave consérvela en un lugar fresco y vierta una cucharadita en cada copa de licor. El efecto es tan repulsivo que jamás volverá a ingerirlo.
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jueves, 7 de enero de 2010
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